Oftalmólogo PhD en Ciencias de la Visión
Cuando se observan objetos lejanos y no se logra enfocar con nitidez, es factible que nuestro sistema óptico tenga un defecto visual llamado miopía. En este, las imágenes se forman antes de la retina.
Estudios han identificado más de 40 genes productores de miopía y uno de los más importantes predictores es que los padres la sufran. Sin embargo, el incremento de casos en tan corto tiempo (últimas décadas); se considera como una verdadera epidemia y no se debe solo a la genética.
El Centro Oftalmológico Virgilio Galvis desarrolló dos estudios epidemiológicos sobre la miopía. El primero de ellos con una muestra de 1.228 niños entre los 8 y 17 años residentes en la zona urbana de Bucaramanga, mostró una prevalencia global de 11,2% de miopía, así: 10,1% en niños y 12,3 en niñas. Además, con la edad se evidenció un incremento de la frecuencia de miopía, así: A los 8 años 10%, a los 14 años 16% y a los 17 años 23%.
En el año 2000 había en el mundo 1.450 millones de miopes; en 2016 la cifra ascendió a 2.450 millones. Si esta tendencia persiste, para el año 2050 habrá 4.700 millones de miopes, es decir, más del 60% de la población mundial sería miope.
Independiente de la edad; los niños miopes antropométricamente fueron más altos y su índice de masa corporal fue levemente mayor (obesidad); además, la fuerza prensil ajustada al peso (que se relaciona con la masa muscular), fue menor.
Para el estudio epidemiológico nacional, la muestra incluyó 1.404 niños entre los 8 y los 17 años residentes en los sectores urbanos y rurales de 9 departamentos del país. La prevalencia de miopía en niños tanto de áreas urbanas como rurales de Colombia fue del 10,75%.
Los niños miopes eran igualmente más pesados, más altos y tenían un mayor índice de masa corporal, mayor porcentaje de grasa y menor fuerza prensil (estos tres marcadores se relacionan con obesidad).
La miopía fue más prevalente en los niños residentes en zonas urbanas con un indicador mayor al doble frente a las áreas rurales.
La miopía fue más frecuente en los niños pertenecientes a un sistema de seguridad social contributivo. Así mismo, la prevalencia de miopía fue más alta en aquellos niños residentes en estratos socioeconómicos medios y altos, que en los de estratos bajos.
En cuanto a la educación también se observó una clara tendencia a que los niños con mayor nivel de estudio presentan una mayor prevalencia de miopía.
En la zona rural de Bucaramanga es mayor la prevalencia de miopía en niñas (12,3%) entre los 8 y 17 años que en niños (10,1%). Además, a mayor edad se detectó un incremento de la frecuencia de miopía.
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