Jefe de Comunicaciones
En el sector hospitalario el indicador de infecciones ajenas a la enfermedad de base del paciente, representa un riesgo entre 5 y 10%. Las manos son el vehículo más fácil y común para su transmisión. Por esto es imprescindible valorar la importancia de su limpieza antes y después de una visita hospitalaria.
Dada la evidencia que existe al respecto de la transmisión de gérmenes e infecciones por contacto; además del impacto sobre la enfermedad y la mortalidad; lavarse las manos es el método más simple y eficaz que debe realizar el personal de salud en todas las unidades de atención; con el fin de para minimizar la transmisión de infecciones entre ellos mismos, los usuarios y sus familiares.
En razón a su importancia, el Comité de Vigilancia Epidemiológica y la oficina de Seguridad del Paciente de la Clínica Foscal Internacional, realizan campañas para sensibilizar a los visitantes en general y consolidar esta conducta en el personal de salud. “El objetivo es generar un impacto en la institución mediante un mensaje didáctico; que se despliega hacia todas las áreas administrativas, hospitalarias, salas de cirugía, unidades de cuidado intensivo y sectores comunes para consolidar la práctica de este hábito seguro”; indica Silvia Garcés, Jefe de Vigilancia Epidemiológica de la Clínica FOSCAL Internacional.
El lavado de manos es la acción más sencilla, higiénica, económica y eficaz para el control de las enfermedades. En las instituciones de salud y en cualquier otro lugar donde existen múltiples contactos con gérmenes; que pueden transmitir enfermedades.
Según la enfermera, estudios epidemiológicos y de laboratorio establecen que el lavado de manos es la medida primordial para el control de las infecciones intra y extra hospitalarias porque rompe un medio de contagio y evita la proliferación de enfermedades por contacto. “Los pacientes hospitalizados están más expuestos a un descenso de su resistencia natural a las infecciones, por esto es muy importante que el personal de salud, familiares y visitantes, adopten las medidas preventivas para romper la transmisión de enfermedades por contacto de manos, pues en ellas se pueden encontrar dos tipos de flora bacteriana: la transitoria y la residente, las cuales se pueden convertir en infecciosas y ser responsables de muchas enfermedades que se podrían erradicar o disminuir, mediante el lavado de manos”.
Las manos son un elemento muy poderoso. Con ellas se trabaja, se expresan ideas y sentimientos, se escriben historias, se hacen obras de arte, se saluda y se establece contacto con las personas y las cosas. Por eso con su lavado, evitamos que se conviertan en enemigos de la salud.
Los espacios de capacitación con el personal médico, asistencial y técnico de la Clínica FOSCAL, permiten analizar las conductas en las áreas de servicio; por eso la generación de este importante hábito requiere de una amplia promoción y un esfuerzo continuo que involucra a todas las personas que intervienen en el proceso de atención, incluso familiares y visitantes, para generar el compromiso y adoptar buenas prácticas para cuidados seguros”, concluye la enfermera Silvia Garcés.