Con orgullo la Clínica FOSCAL Internacional, tras años de desarrollo tecnológico y constitución de un equipo humano multidisciplinario entrenado en los mejores centros del mundo, ofrece el procedimiento de Estimulación Cerebral Profunda, ECP, intervención neuroquirúrgica mínimamente invasiva que permite por medio de un marcapasos estimular eléctricamente estructuras profundas en el cerebro.
La ECP se considera un procedimiento seguro y eficaz para tratar el Parkinson y a partir de los resultados evidenciados en los ensayos clínicos a nivel mundial, es en la actualidad el tratamiento de elección para los pacientes que no consiguen controlar los síntomas mediante la medicación.
La cirugía consiste en la implantación de electrodos profundos en el cerebro que se encuentran conectados a un marcapasos que funciona como un generador de impulsos eléctricos ubicado en el pecho del paciente, por debajo de la piel, el cual se enciende por control remoto y el especialista ajusta la configuración de la estimulación modificando tres parámetros fundamentales: amplitud, voltaje o amperaje y frecuencia, para de esta manera generar señales eléctricas específicas hasta conseguir el control de los síntomas.
Abrimos entonces nuevas posibilidades de tratamiento para los enfermos con nuestro aporte científico, que ubica a la Clínica FOSCAL Internacional al nivel de los principales centros de referencia a nivel mundial.
La ECP no daña el tejido cerebral y en cambio estimula los circuitos de las zonas seleccionadas del cerebro a través de señales eléctricas, 24 horas al día, 7 días a la semana. Mediante esta técnica, se han intervenido exitosamente más de 100 mil personas en el mundo.
En el caso del Parkinson, aunque la ECP no cura la enfermedad, mejora considerablemente los síntomas motores temblor, rigidez, lentitud de movimiento y son capaces de reducir en gran medida el consumo de medicamentos, lo cual conduce a una mejora significativa en los efectos secundarios como son los movimientos involuntarios.
En la actualidad la ECP estudia con muy buena perspectivas nuevas indicaciones para tratar alteraciones psiquiátricas y del comportamiento como la depresión mayor, el trastorno obsesivo compulsivo, la agresividad; también la epilepsia, la cefalea en racimos, el dolor crónico, hipertensión, la adicción a psicoestimulantes, alcoholismo, hipersexualidad, los desórdenes alimentarios como la obesidad, la anorexia y otras enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.