En la Clínica FOSCAL Internacional los especialistas del Instituto del Corazón de Bucaramanga, realizaron el implante de un cardiodesfibrilador bicameral con algoritmo para resonancia magnética, primer dispositivo de estas características que se implanta en el país en una paciente adolescente con trastorno genético cardíaco primario.
Los primeros implantes de estos novedosos dispositivos se realizaron con éxito en varios países de Europa. En Colombia, el primero de ellos fue implantado en una paciente procedente de San Martín, que vino a la Clínica Foscal en busca de ayuda especializada.
De acuerdo con el doctor Alexander Álvarez Ortiz, cardiólogo, electrofisiólogo cardiovascular del Instituto del Corazón de Bucaramanga, este es un avance importante en electrofisiología cardiovascular desarrollado hace tan solo dos años con resultados muy importantes para los pacientes, “pues los nuevos cardio desfibriladores tienen la particularidad de poseer un algoritmo que permite realizar estudios especializados de resonancia magnética y cualquier otro examen por imágenes diagnósticas, y así poder estudiar cualquier órgano sin ninguna limitación ni riesgo para el paciente”.
A nivel mundial, el número de pacientes que necesitan un cardiodesfibrilador bicameral aumenta entre el 10 y el 15 por ciento anual. Así mismo, la necesidad de realizar estudios por resonancia magnética en estos pacientes por distintos requerimientos médicos también aumenta en cerca del 10 por ciento al año, lo que evidencia la importancia de este nuevo desarrollo con el cual los pacientes ya no tendrán ninguna limitación para realizarse exámenes por imágenes diagnósticas ante el requerimiento de estudiar cualquier órgano o patología que pudiesen presentar en algún momento de la vida.
Los estudios médicos de la paciente de 14 años de edad que recibió el implante evidenciaron un caso de fibrilación ventricular primaria en probable relación con una canalopatía con alto riesgo de recurrencia de muerte súbita, lo que llevó al grupo médico a realizar la cirugía como prevención secundaria. “Estas alteraciones se presentan básicamente por un daño estructural en el corazón (miocardiopatía primaria) y también pueden ser secundarias a un trastorno o defecto eléctrico de tipo congénito, que es una alteración en los canales internos de la membrana de las células del sistema de conducción eléctrica cardíaca que desencadenan inestabilidad eléctrica de la membrana del corazón, lo que conlleva una arritmia ventricular fatal”, indicó el especialista.
El caso es similar a los que se observan en el entorno cotidiano o en los eventos deportivos cuando un atleta joven cae en un episodio de muerte súbita secundaria a taquicardia o fibrilación ventricular, situación que se debe enfrentar de manera inmediata con un desfibrilador automático externo, acción que significa la diferencia entre la vida y la muerte.
“La paciente fue remitida a la Clínica FOSCAL Internacional por haber presentado un episodio de paro cardiorrespiratorio, muerte súbita con reanimación que posteriormente presentó una encefalopatía anoxoisquémica, reanimación prolongada con manejo médico intrahospitalario por dos meses con evolución clínica satisfactoria”, comenta el doctor Álvarez Ortiz.
El procedimiento para implantar este dispositivo es muy similar al que se realiza para insertar un marcapasos. “La intervención se realizó bajo anestesia general, tuvo una duración de una hora aproximadamente y consistió en hacer dos pequeñas punciones en el pecho de la paciente, justo por debajo de la clavícula izquierda, para desde allí mediante Rayos X, avanzar dos electrodos a través de las venas hasta llegar a las cavidades derechas del corazón para ‘anclarlos’ (uno en la punta del corazón y el otro en la aurícula derecha), y luego conectar las otras puntas de los cables al cardiodesfibrilador ubicado en el pecho de la paciente”.
Posteriormente se realizaron los estudios electrofisiológicos para verificar el correcto funcionamiento del dispositivo y concluyó exitosamente el procedimiento. “Según el protocolo médico, la paciente fue trasladada por 24 horas a la unidad de cuidados intensivos para realizar monitoreo permanente, radiografía de tórax, electrocardiograma y se verificó la estabilidad hemodinámica de la paciente”, dijo el cirujano.
Luego de la evolución satisfactoria, la paciente fue trasladada al área de hospitalización de la Clínica FOSCAL Internacional, en donde recibió atención por 72 horas sin ninguna novedad. “Le dimos de alta, y salió muy bien para su sito de hospedaje, luego hicimos controles médicos por dos semanas con total normalidad y le autorizamos el regreso a su país en donde deberá asistir periódicamente a los controles médicos asociados a los medicamentos por la patología crónica de base y podrá retomar sus actividades cotidianas sin ningún problema”, comentó el médico tratante.
El procedimiento realizado es como portar un desfibrilador como los que existen en los servicios de urgencias, dice el especialista, “de esta forma, si la paciente llega a presentar un nuevo evento de alteración del ritmo cardiaco o fibrilación ventricular, el dispositivo detecta la situación de manera inmediata y activa un choque eléctrico que normaliza el ritmo del corazón y evita una situación de muerte súbita; todo esto sucede sin que la paciente siquiera perciba ninguna alteración, sencillamente el aparato instalado le salva la vida sin que ella se dé cuenta y además en caso de ser necesario, permite realizar estudios radiológicos sin ninguna restricción médica”, concluye Alexander Álvarez Ortiz, Médico Internista Cardiólogo, Electrofisiólogo del Instituto del Corazón de Bucaramanga.