Neuroradiólogo Intervencionista
Un ataque cerebrovascular (ACV), también llamado stroke, ictus o derrame cerebral, ocurre cuando un coágulo o el acúmulo de sustancias grasas bloquean el flujo sanguíneo de las arterias que nutren al cerebro, o cuando hay un sangrado en las membranas que lo rodean.
Esta enfermedad es la segunda causa de muerte a nivel mundial y la primera causa de discapacidad en adultos.
Esta situación de inminente emergencia para el paciente, genera la falta de oxígeno en algunas células del cerebro causando su muerte, lo que altera las habilidades que se controlan en la zona afectada (pueden ser el habla, la visión, el movimiento y la memoria, entre muchas otras).
Los síntomas inminentes que produce un ataque cerebrovascular incluyen pérdida de la movilidad de alguna extremidad o de la visión en uno o los dos ojos, debilidad muscular o entumecimiento de los músculos de la cara, dolor de cabeza repentino sin causa conocida y alteración del estado de conciencia, lenguaje y equilibrio.
Ante un ataque cerebrovascular lo más importante es acudir de inmediato al servicio de urgencias más cercano, allí el tratamiento inicial será una trombolisis intravenosa, que consiste en la inyección de un medicamento para diluir el coágulo, y según la gravedad del caso, un médico neurointervencionista realizará una terapia endovascular mínimamente invasiva para acceder por la arteria afectada hasta ubicar el coágulo y aspirarlo para que la circulación sanguínea se normalice.
De acuerdo con las estadísticas de la Asociación Colombiana de Radiología, el ACV es la segunda causa de muerte a nivel mundial y en Colombia cada hora 1.3 personas lo sufren, sobre todo aquellas con factores de riesgo como hipertensión, diabetes, obesidad y tabaquismo.
Mediante las imágenes que se obtienen con un estudio de Tomografía Axial Computarizada (TAC), o una Resonancia Magnética (RM), el radiólogo podrá confirmar o descartar un infarto cerebral en curso.
1- Entumecimiento repentino de uno de los brazos.
¿Qué hacer?
Pídele a la persona que levante ambos brazos.
2- Debilidad en un lado del rostro.
¿Qué hacer?
Pídele a la persona que sonría.
3- Dificultades repentinas en el habla y en la comprensión.
¿Qué hacer?
Pídele a la persona que repita una frase simple.
4- Dolor de cabeza repentino y severo sin causa conocida.
5- Problemas repentinos al caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación.
6- Problemas repentinos de visión en uno o ambos ojos.
Muchas personas no los identifican o no les otorgan la importancia debida.
Las primeras 4 horas y media son cruciales para la atención de quien sufre un acv.
Si se obtiene atención médica rápida, las secuelas a largo plazo pueden reducirse significativamente.
2 Comments
Increible, gracias por la informacion
¡Excelente artículo!