En la Clínica FOSCAL un grupo de trabajadores se capacitó para realizar esta labor y han conformado el grupo Foscalegría. En fechas especiales ofrece a los pacientes un espacio de esparcimiento durante su estancia hospitalaria.
El día del recorrido institucional, este grupo de entusiastas arregla su vestuario, se maquilla y alista todos los elementos para llevar a los niños y adultos en todas las unidades de tratamiento, variedad de actos diseñados para compartir alegría.
De acuerdo con la psicóloga Fabiola Mantilla, coordinadora del programa de psicología hospitalaria de la Clínica FOSCAL, lo más importante es que la risa genera un estado automático de felicidad. “Cuando una persona ríe, su cuerpo experimenta varias emociones, no sólo fisiológicas, sino también psicológicas”. Comenta la especialista. Mantilla agrega que en un momento de risa se ponen en actividad hasta 400 músculos. Además, los pulmones pasan de mover 6 litros de aire a mover 12. Lo que mejora la oxigenación de la sangre y los tejidos.
Los abdominales se contraen con sacudidas que brindan un excelente masaje a los órganos internos. Las piernas y los brazos se relajan. Se estimulan los músculos de los intestinos -lo que evita el estreñimiento-, y se estiran los huesos de la columna, lugar donde se acumulan tensiones. Y como si esto fuera poco, el estado de bienestar que se siente después de una buena risa es incomparable. Todo esto gracias a las endorfinas que libera el cerebro y que son un estimulante natural que provoca felicidad, ayuda a evitar el estrés y contribuye a disminuir los eventos de dolor.
La risa es un analgésico natural que aporta grandes beneficios al ser humano y sin duda es una fuente de salud.
En la Clínica FOSCAL el grupo Foscalegría - ‘Los doctores de la risa’, visitan los enfermos para llenar de alegría sus corazones y activar con sonrisas su sistema inmunológico, generando en ellos una actitud positiva que contribuye de manera activa con su pronta recuperación.