Cerca de 800 pacientes procedentes del nororiente colombiano, han recibido la atención del grupo de Damas Voluntarias del Programa Amigos Centro de Cáncer de la FOSCAL, que cumple ocho años de servicio incondicional.
Cuando se trabaja con la única razón de dar amor y compañía a quienes se enfrentan a una difícil situación de salud; compartiendo su día a día para sembrar en ellos una fortaleza de titanes que les permita vencer la enfermedad y salir abantes; el premio será entonces el más maravilloso de la existencia humana: la vida misma. Esa que por momentos se escapa y la cual siempre sentimos la necesidad de aferrarnos con fe y esperanza.
Esta es la labor de las Damas Voluntarias del Programa Amigos del Centro de Cáncer FOSCAL. Son un grupo de mujeres de gran corazón, generadoras de vida. Siempre están al lado de los pacientes y sus familias durante el tratamiento de su enfermedad; que en ocasiones se puede extender por varias semanas y tal vez meses, según sea la disposición médica.
Estos ángeles realizan un sinnúmero de actividades sociales que les permiten recaudar fondos para ofrecer a los pacientes hospedaje, alimentación, transporte y apoyo profesional durante su tratamiento; el cual siempre acompañan con su don de vida.
Enfrentar el cáncer genera gran confusión e incertidumbre, sumado a la dificultad económica para sobrellevar la situación. Incluso, en muchos casos, el paciente debe afrontar esto en soledad.
Esta invaluable labor es reconocida por la organización FOSCAL, por pacientes, directivos del sector salud local y nacional, y por la comunidad en general. Que exaltan el sentido social de estas damas voluntarias. Quienes decidieron trabajar con amor por la vida, para fortalecer a los pacientes enfermos de cáncer, con una acción poderosa; su apoyo y compañía para los pacientes en el momento que más lo necesitan.