Desde mediados del año en curso, la Clínica FOSCAL lidera un proceso de apropiación social de la ciencia, que busca generar conciencia, informar y educar alrededor de prácticas de trabajo seguras, buen uso de elementos de bioseguridad y prevención de las enfermedades asociadas a la exposición del asbesto y otros contaminantes en el ámbito laboral.
La iniciativa es liderada por las doctoras Claudia Lucía Sossa y Martha Ligia Arango, especialistas de la Clínica FOSCAL, y ejecutada a través de un equipo compuesto por estudiantes y profesionales de medicina y microbiología de la Universidad Industrial de Santander (UIS) y la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB), ganadores de la convocatoria de Jóvenes Talento en Salud 2020 de Minciencias.
El proceso de apropiación social se desarrolla mediante diálogos de saberes, encuentros extramurales y espacios de interacción lúdico-pedagógicos con más de 100 trabajadores del sector mecánico y automotriz.
Con la promulgación de la Ley 1968 de 2019 se aprobó la prohibición de la producción, comercialización y distribución del asbesto en todo el país, y se determinó un período de 2 años (hasta finales de 2021) para lograr que las industrias reemplazaran esta fibra por tecnologías más limpias. Si bien en la actualidad las constructoras ya no emplean este material, en trabajos independientes las personas pueden estar expuestas a esta sustancia, al operar con tejas, tanques de agua, cemento, pinturas, baldosas, en la demolición de casas antiguas, o en la industria mecánica durante la manipulación de frenos o materiales fibrosos; asimismo, están expuestos a otros contaminantes como solventes, aromáticos, resinas, entre otros.
En el marco de la estrategia es fundamental promover el uso adecuado de los elementos de protección disponibles (gafas, tapabocas, guantes, etc.) para evitar la exposición directa a este mineral u otros contaminantes, tener prácticas de trabajo seguras y lavar de forma separada la ropa usada en el entorno laboral, evitando un impacto nocivo en la salud.
De acuerdo con la evidencia científica, la exposición al asbesto y contaminantes como solventes, aromáticos, resinas, entre otros, facilitan la aparición de cáncer de pulmón, laringe, estómago, asbestosis y la leucemia, aunque en menor medida.
Eder Chávez, trabajador de la construcción y participante de la estrategia, expresó “aprendí sobre el asbesto, gracias por estos espacios, que sigan realizándolos en las obras, en los colegios. Algo que no se me va a olvidar es en qué materiales se encuentra el asbesto para de ahora en adelante saber cómo manipularlo».
Para Pedro Andrés Vargas, trabajador del área eléctrica de una de las constructoras participantes «la experiencia por parte de los profesionales de la FOSCAL me parece que fue algo muy grato, proporcionar la información en un ambiente que se está tan expuesto a diversas situaciones, diversos riesgos es muy importante. Muchas gracias a la FOSCAL por permitir que las personas realicen dichas investigaciones para garantizar así, o mitigar el riesgo laboral».
El proceso que culminará a finales del año, pretende finalmente incidir en la transformación de conocimientos, actitudes y prácticas de los participantes relacionadas con las temáticas abordadas, fortaleciendo la cultura de la salud y mejorando las prácticas de autocuidado.