Con los avances de la oftalmología, no hay que esperar a que el niño crezca para iniciar el tratamiento del estrabismo, cuya presencia en un miembro de la familia se convierte en un signo de alerta.
El estrabismo, desviación ocular o ‘bizco’ como se le conoce comúnmente; es un defecto ocular que afecta a 2 – 5 niños de cada 100 menores de 15 años en quienes los ojos están orientados en direcciones diferentes.
Este mal alineamiento ocular que puede ser permanente y fácil de notar o también puede presentarse y desaparecer periódicamente, origina una disminución en la visión conocida como ambliopía y/o ojo perozoso, que es la falta de desarrollo visual. Situación que sin tratamiento oportuno, puede ser irreversible.
El ojo perezoso es aquel que no desarrolla buena visión por falta de un adecuado uso o estímulo, esto puede ser causa del estrabismo, por defectos refractivos como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, o por cualquier otra causa de visión borrosa que se presenta en los niños.
Todo esfuerzo encaminado a prevenir, tratar y rehabilitar las patologías infantiles conducentes a la ceguera; no solo generará obvios beneficios personales, sino un impacto positivo para la sociedad.
Aunque se desconocen las causas exactas del estrabismo, se sabe que los ojos de los niños que no ven bien por cualquier motivo tienden a desviarse. Algunas causas podrían ser la parálisis cerebral, enfermedades neurológicas o casos de hidrocefalia. Por esto, la indicación médica refiere que los ojos de los bebés deben ser evaluados en los primeros dos meses de vida para descartar problemas serios que impidan su desarrollo visual. Luego, repetir el chequeo a los 6 meses y después al menos una vez al año, hasta que el desarrollo visual termine alrededor de los 7 años de vida.
En las primeras semanas de vida es frecuente que el bebé muestre desviaciones oculares breves o algún tipo de movimiento raro en los ojos. Esta situación, generalmente va desapareciendo en la medida que aprende a usar su visión. De tal manera, que se pueden presentar estrabismos ‘normales’ si estos son transitorios, es decir, no deben continuar en los bebés mayores de 3 meses.
Cualquier estrabismo evidente después de los 3 meses de vida debe ser considerado anormal y debe ser evaluado oportunamente por el especialista. En razón, a que su presencia puede ser el signo clínico de una enfermedad neurológica grave, alguna patología ocular importante o incluso cáncer.
Es un error creer que el estrabismo es una condición que se arregla con la edad. Nunca será demasiado tarde para tratar el estrabismo, aún en edad avanzada existen opciones de tratamiento con gafas, cirugía o prismas.
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[Remastered – FOSCAL]
Oftalmólogo pediatra
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