Por primera vez en el haber quirúrgico de la Clínica FOSCAL, se realizó con éxito el primer trasplante renal por laparoscopia en un caso de donación intrafamiliar con donante vivo, de hermano a hermano.
Cuando la ciencia médica permite que un hermano se convierta en la opción de vida, no existen límites para darlo todo con un profundo sentimiento de amor.
En la intervención quirúrgica participaron dos equipos profesionales conformados por nefrólogos, internistas, urólogos, cirujanos generales, inmunólogos, enfermeras e instrumentadoras, quienes simultáneamente trabajaron en la extracción e implante del riñón.
De acuerdo con la doctora Verónica Tobar Roa, uróloga de la Clínica FOSCAL, es el caso de un paciente con insuficiencia renal terminal en estado de diálisis, a quien su hermano le dona un riñón como la mejor alternativa para su recuperación.
“Cuando el donante es una persona viva, los cuidados en el procedimiento quirúrgico deben ser extremos en razón a que el individuo es totalmente sano, por consiguiente, los esfuerzos del equipo quirúrgico se multiplican para evitar alguna complicación o secuela en el donante”.
La donación intrafamiliar de órganos es un procedimiento beneficioso para el paciente, explica la especialista, “ya que comparten muchos aspectos genéticos e inmunológicos, lo cual implica una mejor sobrevida en comparación con los donantes ya fallecidos”.
El trabajo en equipo, la experiencia científica, así como la tecnología disponible y las unidades de apoyo, son fundamentales en este tipo de procedimientos. “El órgano debe ser preservado al máximo en su integridad funcional y anatómica para posteriormente ser implantado en el receptor”, añadió.
De acuerdo con el parte médico hoy el donante y el receptor gozan de un excelente estado de salud y muy pronto estarán preparados para iniciar una nueva vida fortalecidos por el amor de familia: “gracias hermano mío por darme una nueva oportunidad de vida”, dijo el paciente a su hermano al salir de la Clínica FOSCAL de regreso a casa.
El trasplante renal intrafamiliar de donante vivo, es una excelente alternativa para el paciente joven con insuficiencia renal terminal en situación de diálisis, en razón a que otorga al enfermo una posibilidad evidente para el mejoramiento de su calidad de vida.
Cristian Alfonso Sánchez González, receptor, 26 años:
“Me siento muy bien, el riñón funciona perfectamente desde el primer momento y a mi hermano lo único que le puedo decir es gracias por este regalo de vida y a los médicos bendiciones por toda la atención”.
Jhon Freddy Sánchez González, donante, 32 años:
“Es muy triste ver a un hermano tan enfermo y el amor de familia es la base de todo, por eso tuvimos a bien que yo le donara un riñón para mejorar su salud y hoy me siento muy feliz, mi hermano está muy contento, lleno de vida, irradia alegría y sé que los dos vamos a estar muy bien. Mi hermano tiene parte de mi vida”.