Pensamos que la difícil realidad afrontada por las instituciones prestadoras de salud no la desconocía nadie, pero resulta que alguien sí la desconoce, nada más y nada menos, que el Sistema Nacional de Salud.
En pasada visita del gobierno nacional, oímos que el problema viene de antes y que la caída del petróleo ha dejado deficitarias las arcas del Estado; sin embargo, billones de pesos se reparten a toda máquina y la vida de los colombianos se trata como cenicienta.
Se buscan recursos mediáticos para subsanar temporalmente el caos y lo que es peor, se nos advirtió que el año próximo el panorama estará cargado de negros nubarrones. Qué importante es contarles hoy a nuestros lectores que a pesar de todas las adversidades, la FOSCAL ha sido siempre una organización fiel a su filosofía de servicio y de pie seguiremos luchando por la sanación de nuestros pacientes.
En la Organización FOSCAL, nuestro equipo profesional, administrativo, de odontólogos, enfermeras, auxiliares, médicos urgenciólogos y médicos generales así como especialistas, continúan trabajando bajo absurdas tarifas pagaderas a 7 meses pero atendiendo 24 horas en su noble labor. A pacientes y familiares con alma y buena cara, damos con entereza y responsabilidad integral servicio.
No es fácil sobrevivir a una cartera vencida superior a $80.000 millones y $15.000 millones de cuentas que nunca pagó el gobierno por las conocidas aseguradoras liquidadas. Recibir, por el cierre de otras clínicas, la carga de pacientes adicionales y la obligación bajo sanción de la SuperSalud de atender todo paciente que llegue con urgencia vital y sin capacidad de pago, excede ostensiblemente nuestra capacidad e impacta gravemente la cartera institucional.
Por lo anterior, gracias de corazón a nuestros profesionales de la medicina, paramédicos, colaboradores administrativos y casas comerciales que nos suministran insumos, equipos y medicamentos. Su generosa tolerancia y su gran compromiso nos permiten apalancarnos para sostener esta casa de salud.
Todas nuestras dependencias acreditadas por Icontec con altos niveles de excelencia, han continuado la prestación de servicios y han reforzado el diario quehacer para ofrecer humana y cálida atención.
A pesar del mal tiempo seguiremos luchando por mantener la buena cara frente a quienes como pacientes nos buscan por una esperanza de vida.