A diario el ser humano se expone a múltiples factores amenazantes como golpes, caída de objetos, quemaduras, caídas de alturas, contactos eléctricos, fracturas, heridas o problemas cardio-respiratorios, que ponen en riesgo su integridad física y que se pueden presentar en la casa, el lugar de trabajo o en la calle.

Una situación de emergencia se puede presentar en cualquier momento. Por eso, tener una competencia básica para prestar una atención de primeros auxilios puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.

Los primeros auxilios son acciones básicas y provisionales que se le brindan a un lesionado de forma inmediata antes de ser remitido a un centro asistencial y que le permiten preservar su vida, evitando morir en esos minutos vitales luego del accidente.

Según Jairo Silva Caballero, profesional en Gestión del Riesgo de Desastres de la Cruz Roja Colombiana Seccional Santander y asesor en emergencias de ARL AXA Colpatria para la Clínica FOSCAL, en primera instancia se debe conservar la calma para evitar cometer imprudencias; usar guantes de látex o nitrilo será indispensable, luego se debe valorar a la persona lesionada identificando su estado de conciencia, pulso, respiración y verificar los sangrados y las posibles lesiones.